- Clase A: Fuegos sobre combustibles sólidos (carbón, papel, madera, textiles, etc.). Pueden o no producir llama, pero en la mayoría de los casos está presente un fuego de superficie.
- Clase B: Fuegos sobre combustibles líquidos (naftas, solventes, etc.). Por su similitud, se incluye en esta categoría a los gases.
- Clase C: Fuegos de origen eléctrico, son aquellos que involucran una fuente de energía (tableros, motoreductores eléctricos, etc.).
- Clase D: Fuego sobre polvos metálicos (Mg, Na, etc.). Su extinción requiere de técnicas no convencionales.
En algunos países, consideran una quinta Clase E, la cual corresponde a fuegos sobre recipientes a presión, sistemas de alta tensión, etc.